jueves, 7 de junio de 2012

Capítulo 36: El final de la aventura


En la misma habitación a la que llegaron hace ya más de 80 días, Ethan y Elisabet descansan después de un viaje corto pero intenso. Lo han pasado muy bien en Wheaton y han tenido una experiencia radicalmente opuesta a lo vivido en Nueva York. Si NYC es abrumadoramente grande, ruidosa, inabarcable (incluso conceptualmente); Wheaton es una ciudad tranquila, apacible, pequeña pero a la vez llena de vida. Además les han tratado como a reyes, por lo que no pueden decir que una cosa les guste más o menos que la otra. Es como comparar un huevo y un melón. Nos gustan las dos cosas, pero son diferentes. Chicago está guay porque tiene un poco de las dos.

Sus amigos Jared y Rhonda les han recibido por estas dos últimas noches aunque no van a tener mucho tiempo para estar por casa. Llegan el miércoles al mediodía y después de dejar el equipaje en casa, bajan al Deli de la esquina para comprarse un swandwich. Son las 3 pm y tienen bastante hambre. Los bocadillos del Deli están buenísimos. Fue todo un descubrimiento tardío que hicieron la última semana que estuvieron en NYC antes de volar a Chicago.

Se suben la comida a casa y charlan un rato con Jared. Tratan de descansar un poco pero a las 8 pm han quedado con algunos amigos para ir a cenar por última vez al sitio de sushi al 50%. Este ha sido uno de los mejores sitios de comida que han descubierto en este viaje. Se reúnen allí con Pedro (de la ONU) y Carmen. Piden varias cosas para comer y después de un buen rato de parloteo se van a otro sitio a comerse el postre. Allí se encuentran con la hermana de Pedro y se van a otro bar a tomar una cerveza. Aunque afuera hace bastante calor en los bares tienen el aire acondicionado a tope, por lo que pasan un poco de frío. Al cabo de unos minutos aparece Chen, un taiwanés que ya conocían de otras fiestas. No duran mucho en el gélido bar... Además las horas han ido pasando y ya son las 2 de la mañana. Llegan a casa a las 3 am, después de caminar un buen rato por las calles neoyorkinas. Quieren retener al máximo estos recuerdos de Nueva York acompañados de una suave brisa veraniega. Ya les queda poco.

----------------------------

A la mañana siguiente se despiertan tardecillo. A eso de las 11. Vaguean un poco por casa hasta que tienen que salir para ir al Path Market y comprar chocolatinas americanas y otro tipo de productos maliciosos que algunos familiares y amigos les han encargado. Última vuelta por el mercado que les ha abastecido (no de forma barata, eso sí) durante estos últimos meses. Deben estar contentos porque hay gente que vive en sitios donde no hay ni un supermercado cerca y se ven obligados a comer todos los días fuera. Si lo pueden pagar...

Una vez que han descargado su dulce mercancía se dirigen a... ¡Jesus Tacos! ¿Cómo iban a irse sin despedirse del mejor burrito, los mejores nachos y la mejor quesadilla que han comido nunca? Aunque esta será la primera vez que coman esto al mediodía. En principio una mejor idea que hacerlo por la noche. Piden para llevar y se van al Riverside Park a sentarse tranquilamente en una de las mesas y comer la deliciosa comida mirando como corren las aguas del Río Hudson

Cuando creen que ya han comido suficiente (increíblemente no han podido terminar sus raciones) vuelven a casa para ducharse, escribir un poco y preparse para salir de nuevo. Han vuelto a quedar con varios amigos para asistir a un opening. Se trata de la inauguración de una exposición en una sala de arte. En NYC esto es algo muy común para las tardes de los viernes. Además suelen poner bebida y comida gratis lo cual es un aliciente más, a parte del intelectual.

Llegan a un edificio en pleno barrio de Chelsea que tiene 9 plantas y en cada planta hay un montón de salas con exposiciones o pases de moda... ¡Es enorme! En la galería exponen cuatro 4 artistas más una chica que hará una coreografía. Uno de los chicos que expone aparecía con Ethan en las fotos que hicieron para Zoetropya (concretamente un chco con cresta llamado Mertz que es turco). Su aportación a la galería era un vídeo en bucle que duraba 9 segundos.

Luego había tres artistas plásticos de los cuales el mejor, al menos par E&E, era un fotógrafo que hacía unas fotos muy chulas. La performance fue muy rara. Una chica haciendo un baile muy raro y sin mucho sentido, al final venía un músico tocando una guitarra y portando una larga barba azul y se la llevaba. Aún a día de hoy se preguntan el significado de dicho acto. El calor es insoportable y aunque hay champán gratis no tienen agua y no es plan hidratarse sólo a base del citado líquido, por razones evidentes.

Salen de la galería sobre las 19 y dan una vuelta por el barrio, llegando hasta la rivera del río y terminando en un restaurante italiano para tener su última cena neoyorkina. La post-cena supone la despedida de muchos de los amigos que han hecho que este viaje sea inolvidable para Ethan y Elisabet. En el camino de vuelta a casa, una vez que han dejado a sus amigos atrás, ella no puede contener más las lágrimas. Para remediarlo se compran un buen helado y caminan hasta Times Square para contemplar las luces por última vez. Es bastante reconfortante, aunque no sepan muy bien por qué. No hay tiempo para más. Última noche en la Gran Manzana. A dormir.

------------------------------

La última mañana se pasará más o menos rápido entre maletas, ropa, souvenirs y demás cosas típicas de viajes de vuelta. Con la lección aprendida de su viaje de ida, esta vez cargan las cosas más pesadas en las maletas de mano. No quieren pasar de nuevo por la experiencia del sobrepeso, sobre todo porque esta vez no habrá ningún conocido en el mostrador que pueda ayudarles. Acomodan todo de la mejor manera posible y salen a comer con Jared y Rhonda ya que como les han hospedado tan amablemente, E&E creen que lo mínimo que pueden hacer es invitarles a una buena comida en un bonito restaurante de Harlem al que los protagonistas de esta historia habían asistido antes de irse a Chicago.

La comida está muy buena. Posteriormente, ya en España, E&E se darán cuenta de que les han cobrado 26 dólares de más. Pero bueno, en el momento lo disfrutan inocentemente. Tampoco se puede hacer nada. Es una buena manera de despedirse de una gente que ha sido de mucha bendición en este viaje, abriéndoles la puerta de su casa sin conocerles prácticamente de nada. Al terminar la comida E&E vuelven a casa paseando. Ethan aprovecha para entrar en una tienda del barrio y comprarse una típica gorra de los Yankees, después de tener que regatearle un dólar al tendero puesto que no les quedan más dólares en cash. Probablemente sea una gorra falsa, pero ¿quién va a notar eso?

En casa pasan la tarde viendo "Cantando bajo la lluvia" porque Ethan no la había visto. La disfrutan mucho, pero pronto llega la hora de irse. Jared y Rhonda se han ofrecido a llevarles al aeropuerto lo que es todo un alivio. En principio. El estrés empieza cuando casi no caben en el coche debido al volumen y número de maletas. Cuando consiguen cargar todo, se suben al coche y escuchan un ruido extraño. El coche va tan cargado que roza con el suelo. Jared coge una de las maletas pequeñas y la lleva adelante. Quitando esa maleta el coche avanza con normalidad, aunque cada bache del camino será un dolor en el estómago para E&E que temen que sus maletas salgan volando en cualquier momento.

Cuando casi están en el aeropuerto de La Guardia, Elisabet les dice que ellos van al JFK. "Ah, no sé por qué pensaba que ibaís a este. Bueno, está sólo un poco más lejos, aunque vamos con el tiempo justo" dice Jared. Al poco de decir esto se meten en un atasco que les retrasa media hora más. E&E ya se ven quedándose en tierra, perdiendo el avión... Y eso no mola porque una vez que ya te has mentalizado en que te vas, te tienes que ir. Primera regla de oro de un CTC.

Con el tiempo justo llegan al aeropuerto, se despiden de sus amigos y corren por la terminal tratando de encontrar su compañía para hacer el check in. Según llegan a la fila hay un chico afroamericano cogiendo cada maleta de mano y poniéndole una pegatina de "aprobado". Cuando levanta la maleta de mano de Ethan se gira y no dice nada (pero no le pone la etiqueta). Elisabet pregunta si hay algún problema a lo que el chico responde "Too heavy" ("Muy pesado"). Y se desentiende del asunto. Efectivamente, es muy pesada. De hecho, Jared confesó que temía que el peso de la maleta le iba a cortar la circulación cuando tuvo que llevarla en su regazo durante el trayecto al aeropuerto.

Después de pesar los equipajes normales y ver que si hacen unos pequeños cambios les sobra sitio, tienen que realizar un trasvase de maletas. La maleta grande podía pesar 23 kilos y pesaba 20. La maleta pequeña tenía un límite de 10 kilos y pesaba 15. Sí, estaba un poco descompensado, pero bueno. Tras el check in, pasan los controles de seguridad sorprendiéndose de que nadie les selle el pasaporte con su "salida". Será lo normal ya que no han visto a nadie sellando pasaportes.

Estando del otro lado, donde ya te vas a casa, pueden empezar a relajarse. Todavía quedarán algunas preguntas que contestar en torno a la guitarra de Ethan, de un sitio libre... pero nada comparado con lo demás. El viaje, tendrá muchas turbulencias, aunque a ellos les preocupan más las turbulencias que les puedan esperar en su destino.

No es momento de pensar en eso. Es momento de reír recordando lo vivido. Una experiencia increíble y apasionante por la cual E&E no pueden más que dar gracias a Dios. Han podido ver como miles de pequeños detalles que pueden arruinar una experiencia como esta eran solucionados positivamente. Un compañero de piso genial, nuevos amigos alucinantes, experiencias únicas, visitas llenas de cariño... Si hubieran tenido que cuidar personalmente todos estos detalles habría sido imposible. Así que sienten que han vivido un sueño. Un regalo inmerecido.

Ahora solo les queda confiar en que "La aventura americana" quedará escrita en estas páginas, en las imagenes fotografiadas y sobre todo en sus corazones. Ya vendrán otras aventuras que contar.

----------------------------

A todos los que nos habéis acompañado hasta ahora... MUCHAS GRACIAS por formar parte de este viaje y tenernos tanto aprecio y cariño como para interesaros por nuestras vidas. Un abrazo muy fuerte.

E&E

jueves, 31 de mayo de 2012

Capítulo 35: Wheaton (pronunciese "güitn"), the suburbs


La familia E, está sentada en el aeropuerto de O’hare (Chicago). En estos momentos no saben si van a volar hoy a Nueva York, como tenían previsto. Lo que es seguro es que no van a ir en el horario que se suponía que tenían que haber volado. Su vuelo ha sido cancelado por mal tiempo en NYC, o al menos eso les han dicho. Lo raro es que el resto de vuelos sí están saliendo, aunque sea con retraso. Les han puesto en lista de espera para un vuelo a las 8 pm (el suyo era a las 4.30 pm). Si finalmente no hay sitio en ese vuelo les han hecho una reserva para el día siguiente a las 11.30 am, lo que significa que tendrán que llamar a Jeremy o a Israel y Karisa para pasar la noche con ellos. Eso o buscar un sitio cómodo y pasar la noche en el aeropuerto.

Por cierto, Israel y Karisa son la pareja que les ha acogido durante la última semana que han pasado en Wheaton. Karisa y Elisabet habían crecido juntas en Madrid, además durante el año que Elisabet y su familia vivieron en Wheaton, conocieron a la familia de Karisa, que son de esta zona. Un bonito re-encuentro después de muchos años y de muchos capítulos en sus respectivas vidas.

--------------------------

Al llegar a la estación de tren de Wheaton, las diferencias saltan a la vista con lo que han conocido hasta ahora. Wheaton es el típico pueblo americano, con casas de madera por todas partes; niños montando en bicicleta o jugando al béisbol enfrente de su porche; cenas que comienzan a las 5 de la tarde… Afortunadamente, Isra y Karisa aún mantienen la capacidad de adaptarse al horario español por lo que esa noche disfrutan de un rico plato de pasta sobre las 9 pm. Los Vázquez-Aulie (V-A a partir de ahora) tienen dos hijos preciosos, Nathan y Olive, que enseguida enamoran a E&E con sus caras angelicales y sus conversaciones medio inglés-medio español. Por otro lado, aunque Ethan e Isra no se conocían más que de vista, conectan inmediatamente ya que sus aficiones (música, cine, mundo audiovisual, deporte…) y sus valores son muy parecidos.

No se acuestan muy tarde porque al día siguiente continúan con la rutina diaria de trabajos, colegios… No sólo eso, sino que han preparado una apretada agenda de actividades que hacer con sus amigos. Luego dicen que no hay casi nada para hacer en estos pueblos, pero no lo parece. Cómo acaban de terminar de pintar la habitación de invitados justo esa tarde, E&E duermen en el salón. Uno de los salones más bien, ya que la casa es enorme, al menos para los estándares de España.

-----------------------------

A la mañana siguiente se levantan sobre las 10. Los V-A han  comenzado su jornada mucho antes, sobre las 7 am, cuando los niños se han despertado y han comenzado a corretear y a jugar. E&E no se han enterado absolutamente de nada. Han dormido como angelitos. Jugar con los niños es divertidísimo y aunque como todo niño, dan mucho trabajo, se ve que están siendo súper bien educados. Entre juego y juego, comen unos sándwiches de pollo y pasan la tarde realizando distintas actividades. Dan una vuelta por el pueblo donde Elisabet vivió y visitan la casa donde se hospedaron recopilando muchos buenos momentos que estaban en su recuerdo y que ella siempre había querido compartir con su marido. Por otro lado, Ethan está trabajando en su videobook y en el montaje del corto que grabaron en Nueva York. Elisabet tiene bastante trabajo poniéndose al día con su amiga, así que están entretenidos.

Cuando Isra llega del trabajo van a correr un rato y después van a “merendar-cenar” a un sitio de comida rápida donde tienen los mejores sándwiches de pollo. Lo gracioso del sitio es que su mascota es una vaca que tiene un cartel que pone “Come más pollo”. Hoy es un día especial y por alguna razón regalan todos los sándwiches, sólo tienes que pagar la bebida y las patatas (si las quieres, claro). Si no, te dan un sándwich gratis.

Los niños ya se dan por cenados con el “pollo emparedado” pero los mayores van a disfrutar a parte de una rica fondue casera de queso. Algo ligerito para re-cenar más tarde. Las conversaciones no decaen para alivio de Isra principalmente, quién les confiesa que había preparado una larga lista de actividades por si se quedaban sin temas de conversación. Ethan se parte de risa. Después de una buena sobremesa y de que ambas mujeres empiecen a quedarse dormidas en los sofás, se van a la cama.

---------------------------

Martes, misma dinámica que el día anterior. Se levantan tarde, juegan con los niños, trabajan un poco, salen a correr… La actividad para el día de hoy es ir a cenar a la casa de Jessica y Dan. Jessica es una amiga de Elisabet con la que iba a clase durante su etapa aquí. No se han vuelto a ver desde que tenían 10 años, aunque han mantenido un poco el contacto por Facebook y por email.

Antes de cenar, Elisabet y Karisa se dan un homenaje en un salón de pedicura y manicura donde se sientan en un sillón que te da un masaje en la espalda mientras unas señoras asiáticas se encargan del “trabajo uñil”.

Quedan sobre las 6.30, algo tarde para el horario americano. La casa está en la misma calle que la de los V-A, un par de bloques más allá. Dan y Jessica tienen un niño de unos 2 años que es un terremoto, además de esperar otro que nacerá de un momento a otro. Dan nació en Sudamérica y se crió en Argentina, pero no habla español aunque lo entiende bastante. Cuando están tomando un aperitivo antes de comer pollo a la parrilla (sí, pollo) Nathan viene corriendo al jardín trasero con cara de pánico diciendo que la pequeña Olive se ha caído por las escaleras. Todos salen corriendo y efectivamente la pequeña se ha caído y tiene una herida muy fea en la barbilla. Tampoco saben si tiene algún contusión interna así que se van a urgencias. E&E se quedan con Jessica y Dan ya que no pueden hacer nada en el hospital y por otro lado no quieren asustar a Nathan que está bastante preocupado por su hermanita. Cenan tranquilamente mientras están pendientes del teléfono por si hay novedades. La cena está muy rica y la compañía es muy agradable pero no lo disfrutan del todo pensando en cómo estará la niña.

Al final no hay nada grave, a parte de esperar durante horas y recibir 8 puntos en la herida. Por lo demás, Olive está bien y al rato de llegar a casa ya está riendo como si nada. Ha sido un día con muchas emociones, así que mejor irse a dormir.

------------------------------

La actividad principal del miércoles será ir a cenar al centro. Las dos parejas dejan a los pequeños en casa de los abuelos (que viven muy cerca) y se dirigen Chicago. Se tarda unos 40 minutos en llegar, si el tráfico no va muy mal. Isra tiene que ver a unos clientes brevemente por lo que llegan un rato antes. Como E&E ya conocen un poco la zona centro, les llevan al sitio de los batidos naturales increíbles para tomar algo antes de cenar. Después se quedan haciendo fotos y hablando mientras Isra tiene su reunión cerca de la “habichuela plateada”.


Los V-A han elegido un sitio que está en el pier (el muelle). Se trata de un restaurante cuya especialidad es el marisco y el pescado. El sitio es muy bonito y está prácticamente vacío, ya que las 9 es una hora tardísima para cenar por estos lares, así que están solos en el restaurante. El camarero se da cuenta que son españoles y como él es mexicano ya les hablará en castellano durante toda la cena, recomendándoles determinados platos con muy buen criterio. Al final piden un poco de todo, con una combinación de carne y langosta para terminar, que de tan sólo recordarlo se les vuelve a hacer agua la boca. Finalizan con un trozo de tarta de chocolate que no son capaces de terminar entre los cuatro. Salen del restaurante con el estómago satisfecho y ponen rumbo a Wheaton donde recogen a los niños y los llevan a casa. Una gran noche.

----------------------------------

El jueves lo pasan en casa la mayor parte del día trabajando con el ordenador, jugando con los niños y haciendo un poco de deporte para compensar la deliciosa pizza casera que Karisa preparará para cenar. El viernes es un día más ajetreado. Por la mañana llaman a los abuelos Aulie y a otros amigos de la iglesia para pedirles prestadas varias bicicletas y dar un buen paseo. Lo pasan muy bien llevando a Olive en un carrito que se puede enganchar en la parte de atrás de la bici. Nathan ya sabe montar el sólo y consigue sobreponerse con valentía a algunas caídas. No comen mucho porque ese día es el cumpleaños de Bruce, el padre de Karisa y les han invitado a saborear una auténtica paella española con gran parte de la familia.

Aunque el horario es un poco raro para E&E (comer paella a las 17.30 no es algo que se haga mucho en España), la comida está tan buena que comen como si no hubiera un mañana. Todos los tíos y primos son muy majos y atentos, así que pasan un rato muy divertido. Cuando sobre las 9 pm ya se ha ido todo el mundo, las dos parejas se van al cine a la sesión golfa (las 10 de la noche) para ver The Avengers. Disfrutan mucho la película y tras recoger a los niños vuelven a casa agotados pero contentos.

-----------------------------

Sin casi darse cuenta se plantan en el sábado. Los días han pasado volando y ya va quedando menos para marcharse. Por la mañana Ethan e Isra trabajan con los ordenadores mientras Elisabet y Karisa se llevan a los niños al parque y se tiran en el césped a pasar el rato. Por la tarde han quedado con varias familias de la iglesia en un parque cercano para cenar juntos y que los niños jueguen. En realidad las dos parejas no van a cenar porque tienen planes de ir a un sitio de sushi que está muy bien. Pasan un buen rato en el parque y vuelven a casa. El hermano de Karisa va a hacer de canguro para que ellos cuatro puedan ir al sitio de Sushi. El sitio parece más una discoteca que un restaurante ya que como llegan tarde (sobre las 9.30) ya sólo está abierto el bar. La decoración es muy moderna y hay luces por todas partes que van cambiando de color. Es un sitio genial, la comida está buenísima y el precio no está nada mal. Aunque en estos días los V-A no les están dejando pagar nada, pronto van a tener que llegar a las manos para poder pagar algo. No, en realidad E&E no pueden más que estar muy agradecidos.

En el sitio del sushi conocen a una amiga de los V-A que iba a venir con su marido pero al final solo puede acercarse ella. Aunque ella es de Brasil y habla español, la mayor parte del tiempo hablan en inglés. Lo pasan muy bien. Tan bien que se quedan con ganas de salir a algún sitio a bailar un rato ya que en Wheaton no, pero en algún pueblo cercano hay algún local de este tipo. Al final lo descartan porque probablemente estará cerrado y tampoco pueden “enmarronar” perpetuamente al hermano de Karisa. Vuelta a casa entonces, entre risas, conversaciones que no se agotan y muchas cosas más.

-------------------------------

El domingo se levantan muy temprano. En realidad a las 8.30 am. Lo que hace malacostumbrarse… Han “madrugado tanto” porque van a ir a la iglesia y de ahí se van a ir directos a Wisconsin. Sí, ese sitio que Ethan siempre a usado como metáfora de un lugar muy lejano, existe y está sólo a dos horas de Wheaton. La familia de Karisa tiene una casa allí y muchos de sus familiares van a ir para pasar el domingo y el lunes allí, ya que es Memorial Day, un día festivo para acordarse de las personas que han servido en el ejército.

La iglesia a la que asisten los V-A se reúne en el colegio al que Elisabet iba de pequeña, aunque ya no es el mismo edificio. Salen de la reunión y tras parar en un restaurante mexicano para comprar comida siguen camino a Wisconsin. Lo bueno de los coches automáticos es que se puede hacer casi de todo mientras se conduce, como por ejemplo comerse un plato de comida con tenedor. Isra es todo un experto por lo que parece.

Un buen rato después llegan a la casa del lago. E&E se quedan con la boca abierta al ver una casa preciosa con muchísimas habitaciones, pegada al lago y con un embarcadero y una lancha motora esperándoles para ser usada en cualquier momento. La familia por parte de la madre de Karisa está compuesta por 5 hermanas. En este momento sólo han venido dos hermanas con su familias, aunque cada familia está compuesta por 6 y 10 miembros respectivamente. Sí, una de las tías tiene 8 hijos y la mayor tiene sólo 17, mientras que el más pequeño tiene uno y medio. Lo más maravilloso es que todos son simpátiquísimos y muy buenos por lo que lo pasan genial.

Casi sin tiempo para cambiarse deciden ir a dar una vuelta en la lancha motora. Isra sabe conducirla aunque según él no tiene mucho misterio. Tampoco hace falta una licencia específica, basta con la de conducir. Esa es una de las grandes diferencias con España. Aquí se preocupan mucho por defender las libertades individuales, por lo que si tú quieres comprarte una lancha y conducirla, nadie te va a imponer nada o va a decirte que no puedes. Eso sí, tendrás que aprender las normas por tu cuenta y si la lías o haces algo que no debes, te van a multar o a encarcelar. Pero no hay millones de prohibiciones sólo para “supuestamente protegerte”. En fin… diferencias.

Isra conduce la lancha y arrastran un tube, una especie de flotador enorme en el que se suben una o dos personas y te van arrastrando. Es divertido pero se va en tensión y si van muy rápido lo puedes pasar mal. La gracia es dar un paseo tranquilo o por el contrario el conductor puede intentar tirarte a toda costa. Una conjugación perfecta de velocidad-adrenalina-pánico-diversión. Aunque el agua está fría el día es de un sol y un calor espectacular. Tras el baño y el paseo en lancha, toca cenar pizza y jugar a diferentes juegos con los primos. Todos se divierten un montón y se acaban acostando a las mil.

----------------------------


A la mañana siguiente, después de desayunar, Bruce (el padre de Karisa) conduce la lancha y les enseña a hacer esquí acuático. Ethan consigue ponerse de pie a la tercera y le dicen que es una máquina porque no mucha gente consigue ponerse de pie el primer día. Además el tiempo está nublado y hay bastantes olas, lo cual no es el clima idóneo para aprender. En cualquier caso, es divertidísimo. Mr E disfruta como un enano de su aprendizaje y de sus caídas. Elisabet también lo intenta un par de veces pero en seguida se da cuenta que le gusta más la vida de tripulante de barco que la de ir colgando atrás, aferrándose a un trozo de cuerda.

A la hora de comer, se ponen hasta arriba de hamburguesas a la barbacoa y de hot dogs pero con chorizo en vez de salchicha normal. Una salvajada. Por si fuera poco de postre se comen una especie de sándwich que lleva “nube” (un algodón azucarado), chocolate y galleta. Ethan sólo prueba un poco el de Elisabet porque no entiende a qué persona en su sano juicio se le ocurrió realizar esa combinación ultra empalagosa. A las chicas parece gustarles pero se comen uno a duras penas. Cosas americanas.

Para bajar la comida y después de mirar su correo en el ordenador (por supuesto la casa del lago tiene wifi y aire acondicionado) vuelven a pasear en barco y a hacer un poco de esquí acuático. Ethan ya está tan suelto que se atreve a dar algún pequeño salto e incluso intenta hacer una cosa llamada eslalon que se trata de sacarte un esquí y hacerlo todo con uno sólo. El eslalon de Ethan dura aproximadamente 5 segundos. Algo es algo. Es increíble cómo puede cansar esto, si solo se trata de dejarse llevar…

Se despiden de la casa del lago y vuelven a Wheaton. Sólo han pasado 1 día aquí pero lo han disfrutado infinitamente. Nada más llegar, Isra y Ethan cogen las bicis de los padres de Karisa y van a devolvérselas. Aunque está bastante cerca en coche, las distancias parecen variar cuando van en bici y vuelven andando. El clima de la tarde-noche es perfecto para pasear por lo que al llegar a casa y acostar a los niños deciden hacer una locura e irse a cenar a un sitio muy guay cuya especialidad es la fondue en todas sus formas (queso, pescado y carne, y por último chocolate). Algo “ligerito”, por supuesto. Llaman a una canguro conocida que se presenta en menos de 15 minutos con una amplia sonrisa. En realidad los niños ya están acostados por lo que no tendrá mucho trabajo.

De nuevo, el restaurante está desierto. Son las 9.30 pm y parece que fueran las 4 de la mañana en España. A pesar de la hora una camarera asiático-americana les atiende con mucha amabilidad. En un momento de la velada se apagan todas las luces de la sala donde están comiendo y tienen que ir a decirles que todavía hay gente ahí. Una anécdota más para la colección de un viaje que al día siguiente les llevará de nuevo rumbo a NYC.

---------------------------------

O eso pensaban ellos. Al principio de este post, E&E se encontraban en el aeropuerto de O’hare sin saber que iba a ser de sus vidas ya que su vuelo se había cancelado. Finalmente les dicen que en la lista de espera, junto a ellos, hay otros cientos de pasajeros que tenían que haber viajado por la mañana y que no habían podido salir en todo el día.

Llaman al primo de Elisabet para decirle que a lo mejor tienen que ir a pasar la noche ahí para coger un vuelo al día siguiente. Cuando llaman a los V-A para que sepan que no han podido viajar, Isra se ofrece a ir a buscarlos inmediatamente diciéndoles que para ellos sería genial tenerles una noche más. Amabilidad y cariño absolutos. Así que sin poder decir que no, aprovechan la oportunidad de pasar un rato más con una familia tan increíble. Isra les recoge, vuelven a Wheaton donde les espera una rica cena, una buena charla y una habitación muy acogedora que ya se ha convertido en su casa.

--------------------------------

Al día siguiente todo va según lo planeado. Les vuelven a llevar al aeropuerto y pueden viajar sin ningún contratiempo. Llegan a Nueva York se re-encuentran con su maleta que sí había viajado el día anterior, sin problemas y en perfectas condiciones. Tienen la extraña sensación de estar “en casa” ya que esta llegada a NYC es muy diferente de cuando llegaron hace casi 3 meses. Ahora saben cómo moverse; dónde coger el autobús o el metro; dónde se tienen que bajar… Ya no están tan perdidos y apabullados por la ciudad como antes.

Cuando se suben al autobús para ir a Harlem un chico les pregunta si no les importa pasar la tarjeta de bus por él y recibir el dinero en cash, ya que si él se baja a comprar una tarjeta perderá el autobús. “No problem” le contesta Ethan. Luego el chico sólo tiene un billete de 10 y Ethan solo tiene 6 dolares para darle de cambio, así que acaban ganando dos dólares. Sus amigos Jared y Rhonda les tienen preparada la habitación que les van a prestar por estas 2 noches y que es la misma en la que estuvieron nada más llegar a la ciudad, cerrando un ciclo perfecto. Nueva York les vuelve a recibir con los brazos abiertos. Y aún quedan dos días para vivir la ciudad.

martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo 34: Aquí si que "Pil-OTAN"!!!


El jueves continúan con la tónica general de no madrugar. ¿Para qué? si no hay prisa... Desayunan tranquilamente en casa y se van a visitar el estadio de los Chicago Bulls. Elisabet había sido fan de este equipo durante toda su infancia y su jugador preferido, en su etapa de jugadora de baloncesto, había sido el mítico Michael Jordan. Van en autobús hasta el estadio que está fuera del centro en un barrio de clase más baja. De hecho, en un momento del viaje Ethan se da cuenta de que son los únicos blancos en un autobus lleno hasta la bandera. No tienen ningún problema, pero no deja de parecerles curioso.

El estadio no tiene mucho misterio ya que sólo están abiertas las oficinas donde trabajan los empleados del equipo. Se hacen fotos con la estatua de Michael junto a otros koreanos que han tenido exactamente la misma idea que ellos. A la vuelta visitan una fábrica de camisetas online que tiene su sede aquí. Parece el lugar de trabajo perfecto ya que se trata de una nave con mesas de ping pong, zona de café, sofás... Al salir, rumbo a casa para comer algo rápido y vuelta a las calles.


Después de comer y hacer un rato la digestión van a visitar un barrio que le gusta a Jeremy porque tiene tiendas de segunda mano y hay muchos bares, galerías de arte, etc. Es un barrio muy bohemio que también les gusta mucho a E&E. Entran en la cafetería favorita de Jeremy donde tienen un coche como el delorian de la película "Regreso al futuro".

 
También se medio cuelan en un edificio que alquilan estudios para artistas, donde pueden trabajar y exponer sus trabajos. No hay casi nadie excepto un grupo de música que está ensayando y algunas personas que pasan por ahí sin llevar un rumbo fijo. Las paredes están adornadas con murales de distintos tipos. Es muy entretenido de ver. Se cruzan con un anciano que les dice que tienen que venir los primeros viernes de cada mes para la inauguración de las exposiciones "En realidad para comeros sus galletas y beberos su vino" les aconseja. Lástima que sea jueves y mediados de mes.

Cuando se cansan de ver arte dan otra vuelta y se meten a un bar mexicano que tiene 2 horas y media de lista de espera para cenar, pero como ellos sólo quieren tomar algo en la barra les dejan pasar previa muestra del DNI, por supuesto. Un par de Tekates después vuelven a casa a cenar, ver alguna película y a dormir.

---------------------------------------



A la mañana siguiente se levantan a un horario razonable (¿razonable para quién? ¿para un bebé de tres meses?... anyway). Tras desayunar deciden seguir aprovechando el veraniego clima de Chicago dando un paseo por las calles. Paran en uno de los lugares favoritos de Jeremy, una tienda donde hacen batidos de fruta natural y sushi. Sí, es una extraña combinación pero los batidos son baratos, enormes y súper naturales. Piden mango, mango-coco y banana-fresa. Lo disfrutan un montón. Mientras van caminando por la calle principal, se encuentran con un grupo de 4 o 5 policías a caballo. "Mira qué bonitos los caballos" dice Elisabet. Al momento se dan cuenta de que los caballos se alinean cortando la calle y ven cómo una manifestación contra la OTAN (aquí se llama NA-TO) atraviesa la calle principal frente a un despliegue policial impresionante. Por lo visto en Chicago se toman muy en serio la disciplina ciudadana. De hecho, Jeremy nos comenta que es la ciudad de EEUU donde tienen el presupuesto anti-graffitti más grande de todo el país. Por eso no se ven pintadas por ninguna parte.


Ethan aprovecha el encuentro para realizar algunas fotos ante las advertencias de "cuidado, cuidao" de "mama Elisabet". Aunque sí, mejor tener cuidado que llevarse un porrazo. Mientras saborean sus batidos, caminan por toda la "Milla Magnífica" como llaman a la calle principal de Chicago donde se encuentran algunas de las tiendas más exclusivas de la ciudad. Para comer van a un restaurante español que les han recomendado porque está muy bueno y tienen un happy hour con tapas y pintxos a 3 dólares. El precio es muy bueno y la calidad de la comida les sorprende gratamente. Sobre todo las croquetas... parece que ya hay ganas de comer comida española. Buen provecho.


Para hacer la digestión se deciden por un paseíto hasta una de las playas que tiene la ciudad. Jeremy nunca había estado antes así que la visitan por primera vez. Aunque el agua está helada hay algunos valientes que se bañan. En realidad no es un playa, playa porque se trata de un lago. Pero es enorme. No se ve el final. Se tiran un rato en la arena y sacan algunas fotos. Luego vuelven a caminar otro rato y Elisabet aprovecha para comprarse su enésimo cupcake en una de las tiendas más famosas. Y más caras, por supuesto. Vuelven a casa después de estar todo el día caminando y no les quedan más energías. Preparan la cena, una película (o dos) y a dormir.
 

-----------------------------------

El viernes y el sábado son dos días bastante parecidos. Se levantan tarde, E&E van a correr y hacer ejercicio y pasan la mañana en casa. Después de comer salen a pasear. El sábado pensaban ir a la playa porque el calor era agobiante, pero para cuando se deciden a salir el clima parece que va a cambiar un poco. Así que optan por ir detrás de un museo a tirarse en el césped a dormir, leer y tomar el sol. Antes de eso pasan por un supermercado que está cerca de la casa de Tory, el amigo de Jeremy. Se trata de un sitio espectacular con un montón de comida muy buena, todo limpísimo y con una persona que toca el piano de cola en directo. Hacer la compra mientras escuchas música clásica en vivo. A pesar de lo que puede parecer, los precios son bastante normales, incluso con cosas muy baratas. Vuelven a preparar comida mexicana y siguen viendo películas. El sábado por la mañana habían ido a la iglesia a la que va Jeremy, que está en un barrio un poco más marginal, porque su iglesia organizaba una campaña de prevención contra el SIDA.

------------------------------------------

El domingo por la mañana vuelven a la misma iglesia para el servicio dominical. El pastor es de origen hispano pero no habla español. Aunque habla a un nivel de decibelios altísimo. Se le nota muy apasionado por lo que está diciendo, así que es bastante bueno. Comen todos juntos en la iglesia y se van para casa. Ese día Ethan y Elisabet tienen que viajar a Wheaton, una ciudad que se encuentra a una hora de Chicago. Van a pasar ahí una semana con unos amigos.

Cuando están a punto de marcharse, se dan cuenta que hoy es la manifestación más importante de toda la semana y el control policial es de locos. De hecho, al llegar a la esquina de su casa les dicen que no, que no pueden avanzar 10 metros en esa calle para llegar a su portal porque está cortada. Por suerte el edificio de Jeremy tiene un bar con acceso directo a su portal así que tienen que atravesar el bar para entrar en su propia casa. Esto es de locos.

Finalmente después de rehacer las súper maletas llegan a casa, se echan una siestecilla y se disponen a coger el autobús para ir a la estación de tren. De ninguna manera. La ruta del autobús ha sido cortada y tampoco les dejan llegar hasta la parada. Así que cogen un taxi hasta la estación. El viaje hasta Wheaton es corto. Allí les espera Karisa, quien los recoge y los lleva a la que será su estancia durante la próxima semana. Es gracioso porque en esta ciudad vivió Elisabet durante un año con su familia hace ya 17 años... casi nada.


viernes, 18 de mayo de 2012

Capítulo 33: La ciudad del viento


Chicago les recibe sin mucho estrés. Es bastante fácil orientarse y Jeremy, el primo de Elisabet, les ha dado muy buenas indicaciones para saber cómo llegar a su casa. En poco menos de una hora viajan desde el aeropuerto de O'Hare hasta la casa de Jeremy, un "estudio de estudiante" cerca de la universidad Columbia donde él estudia diseño. El piso es muy pequeño pero está muy bien decorado por las manos de un gran diseñador gráfico, así que es muy acogedor. Tiene una litera y le van a dejar unos colchones para que uno duerma en el suelo. Efectivamente, será Ethan. Caballerosidad ante todo.


Se sitúan y descansan un poco antes de ponerse en marcha para ir a hacer algunas compras para la semana. Jeremy les lleva en metro hasta un supermercado latino que no está en el centro pero dónde los precios son mucho más baratos. Es gracioso porque de repente parece que están haciendo la compra en el mismísimo Mexico. Nada mejor que celebrarlo comprando auténticas tortillas de maíz y preparando unos deliciosos tacos para la cena. Aunque esta vez caseros, cómo no. Después de cenar ven una película que han alquilado en el Seven Eleven y se van a dormir.

--------------------------------------

El segundo día se levantan sin prisa y después de desayunar tranquilamente pasan por la biblioteca pública de Chicago porque Jeremy tiene que escanear unos documentos y enviar unos correos. Uno de los lugares preferidos del primo de Elisabet es la 9ª planta del edificio. Cómo se puede apreciar en la foto es un sitio espectacular con vidrieras y cristaleras por doquier. Además casi nunca hay nadie y tiene WIFI gratis. Un remanso de paz para estudiar o trabajar. Además para alegría de nuestros protagonistas el día ha amencido muy soleado y con una temperatura súper agradable. Ideal para pasear por la ciudad.


Salen de la biblioteca y vuelven a casa ya que se les ha echado la hora de comer encima. Jeremy se lanza y cocina una estupenda tortilla de patatas que acomodan sobre unos buenos panes para hacer honor a San Isidro y recordar a los madrileños. Sólo les falta la pradera, pero con la tortilla tienen suficiente.  Mientras comen, dos amigos se pasan a saludar. Son dos chicos que estudian diseño con Jeremy y que también han acabado el curso. Después de charlar un rato deciden ir al MCA (Museum of Conteporary Art) que es gratis los martes.


A Elisabet lo del arte contemporáneo no acaba de encajarle del todo, pero como en general le gustan los museos, se lo pasa bien. A Ethan sí le hacen más gracia las rarezas que se pueden encontrar en estos sitios, así que disfrutan de la tarde y se despiden de sus amigos. Para cenar comen un poco de pollo a la plancha y ensalada. Algo ligerito. Les han invitado a una fiesta en el piso de uno de los chicos que han conocido, pero después de cenar se "aplatanan" un poco y no les apetece viajar en metro hasta el sitio. Además después de llegar a casa una tormenta veraniega ha visitado la ciudad del viento y ha refrescado la noche. Aprovechando que han comido tan sano, lo destrozan yendo a comprar un helado. Ya no llueve aunque "está fresquito el ambiente". Ven otra película y a dormir, que ya son horas.

----------------------------------

El miércoles tampoco se levantan muy temprano. Ethan se había puesto la alarma para salir a correr a las 9 am. Cri cri. A las 9 am suena el despertador y lo único que se mueve en la habitación es el brazo de Ethan para apagar el móvil. Sobre las 10 amanecen y después de desayunar Ethan se va a correr mientras Elisabet y Jeremy se quedan viendo algunas de las "pocas" fotos que han realizado durante su estancia en NYC. Cuantas más fotos hacen, más pereza le da a Ethan seleccionar algunas, retocarlas, etc... Pero no se puede parar de hacer fotos con la cantida de cosas increíbles que hay por aquí.

Mr E vuelve a casa tras quemar alguna caloría (aunque seguro que no tantas como están ingiriendo). Obviamente no han terminado de ver ni la mitad de las fotos pero se preparan para salir. No hay internet en el piso así que los chicos se van a la biblioteca para conectarse un rato. Elisabet se adelanta y pasea un rato por el Millenium Park donde se encuentra la famosa habichuela de Chicago (no es un cantante flamenco, es un monumento) y otras cosas guays. Se juntan para comer unos sandwiches y pasean un buen rato. La verdad es que el piso en el que están es pequeñito pero tiene una situación privilegiada en pleno centro. De hecho está en la misma calle que el Hilton, aunque a 500 metros.

 Esa mañana cuando han ido a la biblioteca Jeremy se ha encontrado con una amigo que es la segunda vez que veía en todo el semestre pero que le ha dicho que está trabajando en una pizzería y que les puede conseguir un 50% de descuento en todo. ¡Genial! Ya tienen plan para la cena. Pasan a ver el menú a la vuelta de casa y se decantan por una dish pizza, que es la especialidad de Chicago. Es una pizza normal pero el doble o triple de ancha. Una especie de quische + pizza. A la cena se sumará otro amigo de Jeremy llamado Tory. Este tailandés-americano también estudia diseño, aunque de interiores. No obstante su verdadera pasión es la cocina. Se dedica a hacer pasteles y cup-cakes siguiendo las receta por youtube. Un crack y además es muy simpático. Le ofrecen un asiento pero dice que prefiere sentarse en el suelo, que así lo suele hacer en su casa siempre. Ok.


Terminan de comerse la suculenta (y contundente) pizza de Chicago y deciden ver otra película. Tory ofrece su casa y como tiene una pantalla más grande acuerdan ir allí en bus. Hasta ahora las han visto en un monitor extra que tiene el primo de Miss E. Viajan en bus un par de paradas y llegan a la casa de Tory. Está un poco más metida en la zona de rascacielos. De hecho él vive en una planta 26 de 44. Oh my. El edificio de al lado tiene el doble de pisos. "Si queréis podemos subir a la piscina en la última planta por si queréis ver la vista" dice Tory sin darle ninguna importancia.

Gimnasio y piscina climatizada en la última planta del edificio. "Casi nunca sube nadie, sólo algunos abuelillos". Ethan no puede salir de su asombro... "Quiero vivir aquí y subir a nadar y al gimnasio cada día antes de ir a trabajar" piensa Mr E. Elisabet también está impresionada. Jeremy ya ha estado varias veces así que no está impresionado, pero sonríe viendo como sus primos flipan. Bajan a la casa de su anfitrión después de hacer varias fotos: "La casa está hecha un desastre porque he tenido una "Tea Party" antes de ir a cenar con vosotros. Disculpadme". ¿Desastre? Efectivamente si tener cuatro tazas de porcelana en el fregadero es un desastre, estamos de acuerdo. ¡Pero si parece una casa de revista! Las vistas también son increíbles desde su casa y efectivamente la pantalla es "algo" más grande. Lo que también es increíble es que es el mismo chico que hace un rato prefería sentarse en el suelo con total sencillez. Jamás habrían dicho en ese momento que vive en un sitio así.


Ven la película mientras, sin saber bien cuando ni como, Tory ha preparado unas cookies deliciosas que E&E acompañan con un vino blanco dulce. Aunque Tory tiene una nevera con 50 botellas de vino a temperatura perfecta les comenta que él no bebe vino pero se las regalan y las tiene ahí para sus amigos. Genial. Cuando acaba la película vuelven en metro a casa. Tampoco tienen nada que envidiar, será un piso más pequeño, pero con mucho cariño. Se duermen rápido y fresquitos. El sol ha seguido alumbrando aunque había una brisa deliciosa que hacía el paseo perfecto. La temperatura idóndea para caminar, caminar y caminar... ¿qué más se puede pedir?

martes, 15 de mayo de 2012

Capítulo 32: Última semana en NYC

 
Mientras Ethan escribe estas líneas en un vuelo rumbo a Chicago, Elisabet disfruta de un asiento en primera clase. Cuando han subido al avión, al lado suyo estaba sentado un chico con uniforme de azafato. Se ve que viaja gratis por formar parte de la compañía. Casi cuando ya van a despegar, un azafato jefe viene y le da al azafato “no jefe” un pasaje para primera clase. El chico lo mira, se gira hacia ellos y les dice: “Ey chicos, ¿alguno de vosotros dos quiere ir en primera clase?”. Son ese tipo de cosas que siempre escuchas pero que nunca te pasan… hasta que te pasan. Así que Ethan, como buen caballero le cede el puesto a Elisabet. Es su “primera vez en primera” y aunque es un viaje corto, seguro que será guay.
Es increíble que hayan pasado su última semana en NYC (aunque todavía estarán un par de días más cuando vuelvan de Chicago). El lunes posterior a la marcha de Diego y Sonia, E&E se quedaron todo el día en casa. Estaban agotados así que se quedaron en casa trabajando con el ordenador, viendo pelis  y haciendo “vida de perro pachón”.

--------------------------------------
El martes, por el contrario si que salen, primero de todo a hacer ejercicio. Después Ethan tiene su última clase de interpretación. Aunque no ha estado mal, tampoco ha sido una cosa increíble. Lo mejor ha sido estar en contacto con otros actores que también le recomiendan escuelas, etc. También ha sido guay conocer a Nicolás, el argentino, aunque no han tenido mucho tiempo para quedar fuera de las clases, seguro que para la próxima lo hacen sin falta.
En un descanso en clase, el profesor se acerca a Ethan y a otro chico afroamericano y les dice como en secreto: “Os quería comentar una cosa. El otro día estuvo aquí un director de cine viendo la clase (es verdad, había un hombre que estuvo viendo toda la clase, aunque Ethan pensaba que estaría aburriéndose un montón y no tenía ni idea de quién era). Me dijo que vosotros dos le habíais parecido muy interesantes… sólo para que lo sepáis”. No está mal, eh. Aunque no va a significar que les van a dar trabajo, siempre está bien que digan algo así de uno. Y más con todo el hándicap del inglés y todo ese rollo.
Elisabet por su parte, se va a ver el estreno de un corto al que les habían invitado. Allí se encuentra con Pedro (no el de la ONU, otro Pedro al que será mejor llamar Peter). Peter es un marchante de arte que conocieron en una de las fiestas españolas. En realidad en la primera fiesta española donde se pusieron en contacto con Pilar, otra amiga de una amiga. Una mujer encantadoramente simpática, pura energía. Elisabet pasa la tarde en esa presentación de cortos donde además conoce al director, al compositor y a gran parte del equipo gracias a Peter. Cuando finaliza el acto se van a cenar unas arepas colombianas. Perderse esto es lo que más le dolerá a Ethan cuando se entere más tarde. En cualquier caso él se va a tomar algo con sus compañeros de clase, ya que hoy se despiden.
Mientras toman una Budweiser, Ethan tiene un choque tremendo con la realidad. Nunca había hablado con sus compañeros sobre qué edad tenía cada uno… ¡Resulta que Ethan es uno de los más mayores! El resto tienen 24, 23… ¡Nicolás tiene 20!. Mr. E estaba convencidísimo de que era de los más jóvenes. Nunca antes se había sentido “tan viejo”. Qué locura. En cualquier caso, le dicen que parece más joven. Gran consuelo. Al despedirse del resto, camina por la 8ª avenida saboreando un falafel. Cómo pasa el tiempo.

------------------------------

El miércoles Ethan se levanta inspirado. Tienen que rodar un corto en el baño de su casa. No, no se ha vuelto loco. Lleva días pensándolo y durante la noche, en sueños, lo ha visto muy claro. Convence a Elisabet para que le ayude como cámara y encargada de catering. Lo único que necesitan a parte de la Canon es una máquina de cortar el pelo. Sí, se va a rapar.

Pasan toda la mañana y parte del mediodía grabando y recogiendo pelos alrededor del baño. Ethan siempre se ha caracterizado por tener una buena mata de cabello. Hasta hoy. Comen en casa y pasan la tarde hablando por skype con la familia y trabajando en el ordenador. Tampoco van a salir mucho hoy.
------------------------------------
El jueves se levantan sin mucha prisa. Van juntos a hacer deporte por el riverside disfrutando del buen tiempo que no tuvieron la semana anterior, con nublado o lluvia casi todos los días. Cuando vuelven a casa, preparan la comida y disfrutan de una serie a la que se han enganchado totalmente “30 Rocks”. Muy recomendable.
Esa tarde han quedado con Carmen, Álvaro, Pedro y otros amigos con motivo de la celebración del cumpleaños de Steve (el griego). Van a un bar del Lower East Side que tiene 2x1. Piden cuatro cócteles pero cuando van a pagar: “No, lo siento, el 2x1 sólo es en cervezas y combinados simples”. Fallo. No importa. Llega Pedro que venía un poco más tarde de trabajar. Ya llevan una hora en el sitio, así que va siendo tiempo de pedir otra cosa y beneficiarse del 2x1. Unas Budweiser. “No, lo siento pero es sólo en cerveza de jarra, no en las embotelladas”. Fallo otra vez. Este tío del bar no les está cayendo muy bien. ¿No podía avisar o poner un cartel o algo?.
Más tarde se unen a ellos Derrick y Manuela, la compañera de clase de Elisabet que es de las pocas que se ha quedado en NYC ya que, como ya se anunció en capítulos anteriores, se van a casar. Han encontrado un piso nuevo y están en medio de la mudanza pero querían decir adiós a E&E, por si acaso no los ven. Ellos, aprendiendo de los fallos de sus amigos sí consiguen un 2x1. Menos mal.


El cumpleaños de Steve es en un local muy cerca de donde están así que algunos se van para allá. Etahn y Elisabet se quedan un rato más con Manuela y Derrick que no van a ir al cumple porque Derrick trabaja temprano. Se despiden de ellos y van a comer un trozo de pizza antes de sumarse a la party, porque como todo el mundo sabe el alcohol y el estómago vacío no son buenos amigos. Cuando llegan a la fiesta resulta que había rebaja en Martinis, así que todos sus amigos que no habían comido nada y habían ido directos a la fiesta estaban ya “animadillos”. Allí se encuentran también con otros conocidos que trabajan en la ONU y pasan un buen rato. De hecho se quedan hasta que cierran el bar, a eso de la 1.30 de la mañana. El viaje de vuelta a casa no es tan pesado como otras veces. Llegan a la cama por fin.

---------------------------------------

Viernes, que te quiero viernes. En casa la mayor parte de la mañana después de levantarse tarde. Hablan un rato con la familia de Ethan. Elisabet sigue echando currículums para la ONU y UNICEF. Aún no les han dicho nada del examen que hicieron unas semanas atrás. De hechos les dijeron que si en un año no había recibido respuesta, eso significaba que no habían pasado. Genial.
Han quedado a las 9 pm. con Peter y Pilar para tomar algo y despedirse de ellos. Llegan a un bar donde les espera Peter, se toman algo mientras charlan y esperan a Pilar que llega un poco más tarde con Antonio y Josh. Antonio es un productor y músico español que lleva un par de años en NYC. Josh es un actor joven que se ha criado en NYC pero tiene padres latinoamericanos así que habla español.
Todos rompen el hielo enseguida y hablan de la ciudad, de sus aspiraciones… La típica charla neoyorkina. De ese bar se dirigen a otro que sus amigos denominan “El bar de mierda” (con perdón). Ese nombre tan atractivo esconde un bar bastante normal, pero con la peculiaridad de que al entrar casi no se puede ver nada puesto que es pequeño y tienen puesta una máquina de humo que funciona constantemente. Es gracioso y las cervezas cuestan 2 dólares, lo que hace que sea más gracioso todavía.

De ahí, alguien propone ir a otro bar donde ponen música de los 80. El sitio se llama Pyramide, y por lo visto es conocido porque fue uno de los locales donde surgió Madonna. Ahí es nada. El bar no es gran cosa, pero se divierten bailando la música de los 80. En ese mismo sitio, bajando una escalera se encuentran con una estampa muy loca. Por lo visto hay una fiesta temática de “Anime fluorescente” (Anime, son los dibujos manga, por si alguien no está al tanto). Por alguna razón todos los participantes parecen ser afroamericanos y pesar más de 90 kilos. Chicos y chicas. Se cuelan en la fiesta y obviamente llaman la atención porque no van vestidos para la ocasión (ver foto), ni son negros, ni pesan más de 90 kilos. Así que a la media hora de estar allí alguien se les acerca y les pregunta si saben que eso es una fiesta privada. Vamos, que les echan educadamente. Peor para ellos, encima que les estaban “animando la fiesta anime”…

Están bastante cansados, pero sus amigos quieren “tomar la penúltima”. Así que se meten en otro bar llamado “The Cavern”. Haciendo honor a su nombre bajan unas escaleras y se encuentran con un lugar decorado como si fuera una gruta, con estalactitas y estalagmitas por todas partes. La música mola mucho así que se animan bastante y bailan hasta acabar muertos. Después de eso solo queda volver a casa y esperar que el metro no tarde mucho. Son las 4.30 de la madrugada y consiguen un tren Express. Eso en NYC es casi un milagro.

-------------------------------------------

Obviamente, el sábado se levantan tarde. Lo bueno de levantarse muy tarde en Nueva York es que puedes decir que haces brunch y ya está, no te tienes que preocupar de que sea muy tarde para desayunar o muy pronto para comer. De hecho esa es la definición de brunch. No obstante, ese día se les hace incluso tarde para el brunch por lo que más bien se han levantado para comer.

Se quedan en casa un rato y se dirigen a Bedford, en Brooklyn. Allí han quedado de nuevo con Carmen y Álvaro para despedirse. Les va a dar mucha pena ya que Carmen ha sido una de las principales secundarias de esta historia. De hecho, E&E se dan cuenta de que una buena parte de los amigos que han hecho aquí han sido a través de Carmen.

Quedan en un bar llamado “Surf Bar” que está muy bien. En general el barrio mola un montón. Es un poco parecido a Malasaña en Madrid, pero rollo New York. Hay muchos artistas, tiendas de discos, bares, etc. La gracia del “Surf Bar” es que por dentro el suelo tiene arena de playa y tiene un jardín atrás para hacer honor a su nombre. Después de un rato, otros amigos se van sumando. Sobre las 19.30 solo eran ellos cuatro. Cuando se marchan, sobre las 11.30, son como nueve. De ahí se marchan a otro bar y ya se despiden. Da un poco de pena, pero brindan por volver a verse muy pronto. 

Al llegar a su barrio se dan cuenta que tienen bastante hambre ya que solo han picado un poco de yuca frita (una especie de patata) en el bar surfero. En el deli de la esquina de su casa se comen un baguel, una especie de pan redondo que está buenísimo y además es barato, ¿por qué han tenido que descubrir esto cuando ya se iban? Grrr. Al día siguiente van a quedar con Jared y Rhonda para ir a la iglesia pero les llega un mensaje de que no pueden ir porque Jared trabaja. Como están cansados deciden ir a una iglesia bautista que han visto cerca, a ver qué tal.

--------------------------------------
¡Que sueño! Ya hace un par de días que se les ha acabado el café y no quieren comprar más porque no les va a dar tiempo a acabarlo. Jason tampoco para mucho por casa últimamente así que él tampoco tiene para poder “robárselo”. Toca ir al Dunkin Donuts, otra vez. Aunque sólo por el café. Y una cookie. Y un donuts.

¡Cómo no!... Llegan tarde. Hacen el amago de entrar a la iglesia pero un afroamericano en la puerta les mira con cara de “ni se os ocurra”. Así que tienen que quemarse el labio para apurar un café que acaban de comprar.
Cuando entran, una mujer les pregunta que de dónde son. Como le dicen que de España les contesta en español que tienen que esperar un momento a que una especie de guía turístico les dé las indicaciones pertinentes. Al parecer los turistas suelen venir a iglesias de este tipo para ver un culto de forma "cultural" y por lo visto no son muy respetuosos. Un grupo de españoles delante de E&E le preguntan al “guía” si tienen que quedarse todo el servicio o pueden estar para la música y luego irse.
Ethan y Elisabet se acomodan como pueden en la planta de arriban y pasan las dos horas y cuarto posteriores bastante sorprendidos. Es una iglesia de afroamericanos, llena de turistas, donde todo les parece bastante raro. Aunque debe ser cosa de la cultura porque a ellos les parece todo normal. No paran de afirmar cada cosa que dice el predicador, exactamente igual que en las películas. De repente una mujer corre por los pasillos… simplemente está contenta. La música también es rara porque no se invita a cantar a la congregación y para sorpresa y caída de un mito, las solistas desafinan bastante.
En cualquier caso, cuando termina el servicio se van para casa. Resulta que todos los planes que tenían para ese último día se vienen abajo. Ni brunch con Jared y Rhonda, ni despedida con unos amigos españoles con los que habían quedado. Pasan la tarde preparando la maleta para irse a Chicago al día siguiente. Van a tratar de facturar una sola maleta y llevar otra de mano. Al caer la noche salen a cenar a algún sitio de Harlem para despedirse también del barrio.
Al llegar a casa se encuentran la cámara de fotos en modo automático para tomarse una instantánea y dejársela a Jason que tienen una foto de todas las personas que han pasado por su casa. También firman el libro de visitas y se despiden de él ya que a la mañana siguiente se irán temprano. Hasta pronto Jason, hasta pronto Harlem.
----------------------------------------------------
Salen temprano y sin hacer ruido después de recoger todo lo que les queda. Al final entre ordenadores, cámara de fotos y bolsos llevan como 5 bultos. No tienen remedio. Van en metro hasta la parada 125st y de ahí un bus hasta el aeropuerto de “La Guardia”. Eso sí, a los bultos le suman dos cafés de Dunkin donuts y dos beagles (ya estaba bien de donuts), que pasean por todo Harlem hasta sentarse en el autobús. Parece de chiste, pero por fin están tranquilos desayunando en el bus mientras los demás turistas les miran con cara de sorpresa. “Sí, así somos los españoles” se dicen para sus adentros.
Llegar al aeropuerto, pagar una tarifa sorpresa de 25 dólares por la maleta, pasar por todos los controles sin problemas y después encontrarse con el regalo de que Elisabet puede ir en primera. No hay mejor forma de empezar un nuevo viaje, ¿verdad?

viernes, 11 de mayo de 2012

Capítulo 31: Semana "off blog"

La semana pasada nuestros queridísimos protagonistas recibieron la visita de otros queridísimos amigos "españoles", Diego y Sonia. Va entrecomillado porque Diego es brasileiro. Lo han pasado tan bien, han caminado tanto, se han recorrido tanto la ciudad de arriba a abajo que a penas han tenido tiempo para escribir sus aventuras, así que lo mejor para resumir una semana tan movida será hacerlo con imágenes.

Por cierto, un amigo suyo les ha dicho algo que es verdad, el tiempo en NYC no pasa de la misma forma... todo es tan intenso que un día parecen 3 días... Así pues, después de 2 meses parece que ya llevan medio año aquí. Y es cierto.