viernes, 6 de abril de 2012

Capítulo 21: Highline Park


Esta ciudad está hecha para gastar dinero. Después de pasar su primer mes en la Gran Manzana, comprenden mejor lo que les decía un americano amigo suyo: "Yo es que cada vez que iba un fin de semana a visitar a mi hermano acababa gastándome una pasta sin saber cómo ni dónde". Es cierto que se pueden hacer cosas baratas o gratis, pero la ciudad está construida y pensada para consumir. Si das un paseo por cualquier parte, los carritos de hot dogs, los cafés, las hamburgueserías, los dunkin donuts... Todos estos agentes del mal se van interponiendo en tu camino y tienes que luchar duramente para no caer en sus garras. Por otro lado, los horarios de la gente para comer son variadísmos, por lo que a cualquier hora del día te encuentras con alguien comiendo en una terraza, en el metro o por la calle...

E&E se levantan un día más. Es miércoles y Elisabet tiene clase de 5 a 8 por lo que puede pasar la mañana escribiendo. Al día siguiente tiene que presentar el primer acto de su película y está un poco nerviosa pensando en si le va a dar tiempo o no, aunque está siendo muy disciplinada y aprovechando bien sus ratos de escritura.

Sobre la 1 pm deciden salir a ver si encuentran un transformador para poder usar la máquina de afeitar y el secador. Sí, la corriente aquí funciona a 110 voltios, con lo que algunas cosas como el móvil o el ordenador, pueden cargarse usando un simple adaptador, pero otros aparatos no funcionan. Necesitan algo que transforme la corriente a los 220V europeos. Caminan por Harlem y entran a una tienda donde no tienen pero les indican dónde pueden conseguirlo. Llegan a la tienda y ven que el aparato en cuestión vale 40$. Sale más barato comprarse una máquina de afeitar y un secador nuevos, así que con la misma decisión que entraron dan media vuelta y salen.

Pasan por una tienda de 99c, los clásicos chinos o todo a 1 euro. El nombre de la tienda es tan absolutamente falso como en España. ¿Por qué ponen Todo a 99c si casi todo vale más? El caso es que compran un bol para ensalada, ya que Jason no tiene ninguno y hasta ahora han hecho las ensaladas en una cacerola. El sonido del tenedor chocando contra el metal de la olla les pone a ambos de los nervios así que van a comprar otra cosa. Por cierto, llevan casi dos semanas comiendo ensalada de espinacas. Espinacas con palitos de cangrejo, espinacas con pollo, espinacas con queso de cabra y tomate... Cuando Elisabet hizo la famosa compra tamaño XXL, se trajo a casa un saco de espinacas. El tamaño de la bolsa era como una almohada grande del IKEA. Sin exagerar. Y todavía queda la mitad. Lo bueno que están bien envasadas, por lo que duran. Ethan opina que demasiado están durando... y eso que le gustan, pero...

Volviendo a casa acontece lo inevitable. Pasan delante de un carro de tacos (es más grande que los carritos de hot dogs porque debe estar siempre en esta ubicación) y sucumben a la tentación de comprarse un taco para compartir por 2$. En realidad 2,50 ya que aquí, en todos los sitios de comida te ponen el precio sin los impuestos, así que siempre es más de lo que piensas. ¡¿Por qué no ponen el precio final?! piensan mientras saborean el taco, que como siempre, está buenísimo. Desde luego la mejor comida mexicana que han comido hasta ahora ha sido en Nueva York.

Llegan a casa y tras el aperitivo mexicano es hora de preparar pasta para comer. Mientras comen, hablan un rato con la familia de Ethan por skype. A las 4.15 pm Elistabet se marcha a clase. Ethan aprovecha para probar el patinente a motor que tiene su compañero de piso. Así que en vez de ir a hacer ejercicio corriendo, se monta en el patín hasta que llega a su andamio preferido para ejercitarse. Sí, él también piensa que no tiene mucho sentido ir en patinete motorizado a hacer ejercicio, pero había que probarlo. Además, tampoco tiene mucha potencia y en las cuestas tiene que empujar.

El plan para esa tarde era que al salir de clase, Elisabet y algunos de sus compañeros irían a un dinner a cenar. Ella había buscado uno que estuviera más cerca de su piso, pero a última hora y debido a la sugerencia de uno de sus compañeros que no tenía muchas ganas de viajar, cambian de plan y buscan un sitio cerca de la escuela. Así pues, le toca viajar a Ethan para reunirse con ellos.

Los dinner son restaurantes donde en teoría sirven comida más americana. Son los típicos sitios donde las camareras irían en patines y te servirían café mientras te comes una hamburguesa. El sitio elegido se llama Soup 'N Burguer y en vez de chicas en patines, tiene camareros latinos de 40 años. El que les atiende a ellos es de Colombia. En cuanto Ethan dice dos palabras le pregunta si es del Barça o del Madrid. El acento, es el acento.

Todos piden hamburguesa y la disfrutan cada uno a su ritmo. A la hora de pagar, la propina ya te viene incluida en la receta. Qué "majos", ¿no? ¿Y si no quieres dar propina?. Esta es una de las cosas que a E&E no les gusta de NYC, aunque por lo visto pasa en todo EEUU en general. Claro que si algún día tuvieran que trabajar de camareros aquí, probablemente les encantaría. Algunos amigos que trabajan en bares les han comentado que se pueden sacar unos 200$ a la semana en propinas... casi un sueldo extra. Salen del dinner, despedida, metro... cama.


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El martes Elisabet tiene clase de 10 a 4.30. Hoy le toca leer en su clase su primer acto, por lo que está bastante ansiosa. La noche anterior, en el viaje de vuelta a casa, Ethan se leyó el texto y le gustó mucho. Además surgieron algunas ideas y propuestas para mejorarlo un poco. Mr E, por su parte pasa la mañana en casa intentando poner un poco en orden todas las fotos que han hecho hasta ahora. También quiere aprender a usar un programa de edición de fotos que es súper completo, pero tiene bastante miga.

En eso se va la mañana. Elisabet ha salido muy contenta de su clase ya que su guión le ha gustado mucho a su profesor y a sus compañeros. Le han dado algunas ideas más, pero le han dicho que la historia funcionaba muy bien tal y como estaba. Cuando sale de clase, se va con Andrea (el chico italiano) y Lottie (la chica inglesa) hacia Highline Park, donde se encuentran con Ethan. Se dirigen a este supuesto parque por recomendación de uno de los profesores. En realidad no es un parque, si no más bien un paseo que acaban de inaugurar.

La gracia del lugar es que han restaurado las antiguas vias de un tren que circulaba por un tramo de la orilla oeste de la ciudad y lo han convertido en un paseo. Todo está muy nuevo, con plantas, alguna escultura... el paseo se abre paso entre los edificios a unos 20 metros del la carretera.

En este trayecto se vuelven a cruzar con el actor Maxi Iglesias. Elisabet lo ve, pero le da vergüenza hacerse una foto con él, así que se quedan sin documento gráfico. Es gracioso, pero cuando pensaban venir a NYC, fantaseaban con la posibilidad de cruzarse con algún famoso actor americano, pero no, ya se han cruzado dos veces con el mismo actor español.

El largo paseo les abre el apetito (cómo no), aunque esta vez consiguen dominarse y sobreviven con un té y un café (descafeinado, para no despertar el insomnio). Están casi sólos en la planta baja de la cafetería así que se entretienen dormitando y pintando las paredes con las pinturas de los niños. No en plan grafitteros, son pizarras específicas para tal propósito.


Otra despedida y a casa, que hay hambre. Ethan se encarga de preparar un menú mexicano casero a base de quesadillas de jamón y queso, y burritos. Por fin terminan de ver la trilogía de Millenium cuya última película se había estado "colgando" en el homecinema. Como han terminado muy pronto, ponen otra película: El gran Lebowzki.

Al mismo tiempo que ven la peli, echan un vistazo a los billetes de avión, tren y bus en EEUU. Jason les ha confirmado que sólo pueden quedarse hasta el día 14 de mayo. En realidad ellos había pedido sólo hasta el 6, pero luego le preguntaron si podían quedarse más. Así que a partir del día 14 tendrán que hacer algo o se convertirán en homeless. Pero esa... será otra historia. Por ahora se van a dormir, no sin antes usar su súper teleobjetivo nuevo para hacerle una instantánea a la preciosa luna sobre Manhattan. Buenas noches, luna lunera.

2 comentarios:

  1. ¡preciosa luna, desde NY, España o Argentina! y hermosas fotos, estáis muy guapos, abrazos!!!

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  2. Pues no sé la foto con Maxi Iglesias, pero desde luego los documentos gráficos que acompañan las últimas entradas del blog son la caña. ¡Menuda cámara os habéis debido pillar! =D

    Genial la entrada... me alegro un montón por el guión de Elisabet!! ^^ La anécdota de las espinacas me ha hecho imaginaros cual Popeye xDD, espero que encontrar comida barata no sea demasiado problema! Y yo quiero ir a esa cafetería a pintar en las pizarras, que lo sepáis.

    Un abrazo!! <3

    P.D. Decidido, mi nueva meta profesional es ser camarera Nueva York xD.

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