lunes, 16 de abril de 2012

Capítulo 25: Some activities...


Sábado por la mañana, E&E no tienen tiempo para dormirse en los laureles ya que tienen entradas para ir al Carnegie Hall, el famoso treatro neoyorkino donde tocaron The Beatles, Sinatra y todos los grandes artistas de nuestro tiempo.

En un principio creían que iban a ver un espectáculo sobre bandas sonoras de cine donde se iba a interpretar en directo la música de películas como Star Wars, Regreso al Futuro... Desafortunadamente, cuando Elisabet confirmó la compra de las entradas por 9 dólares cada una, se dio cuenta de que en realidad había comprado entradas para un especial con la música de los teleñecos. A pesar de la equivoación, seguía siendo una oportunidad para ir al Carnegie Hall por poco más de 5€ cada uno.

Al llegar y superar el vértigo inicial (están casi en las últimas filas) disfrutan de un concierto bastante entretenido, aunque el sistema audiovisual del teatro no es el mejor para un espectáculo de estas características. Allí estaban la rana gustavo, peggie y todos los míticos personajes, pero hacía falta un catalejo para poder ver algo. No obstante la música y el maestro de ceremonias están muy bien.


Al salir caminan un rato por Times Square, ya que casi no han pasado por esta zona. Los carteles y juegos de luces siguen siendo impresionantes aún a plena luz del día. Al llegar a casa comen la pizza que había sobrado del jueves y deciden salir otra vez para aprovechar el magnífico día. Antes de salir contactan con un amigo español, Pedro, que conocieron en la fiesta de Rafaella del primer fin de semana en NYC. Resulta que Pedro está con una amiga coreana en Central Park, así que se reunen allí.

Deciden ir en autobus aunque sea más lento porque les deja más cerca de la zona donde han quedado y además porque es un delito meterse en el metro con el día que hace. Un rato después de llegar al parque se encuentran con Pedro y con Kim. Ambos llevan bastantes años en Nueva York y se conocieron trabajando en la ONU. E&E han conocido ya a varios españoles que trabajan en este lugar, aunque ninguno llevaba tanto tiempo como ellos. Pasan el resto de la tarde en el parque contándose sus vidas hasta que empieza a hacer un poco de frío. Kim se ha tenido que ir porque había quedado, pero otra amiga de Pedro, Mari (esta vez italiana, también ex de la ONU), se une a ellos para tomar un café.


Es increíble la cantidad de gente que se puede llegar a conocer en esta ciudad. El café mocca les sabe a gloria resguardados del repentino cambio de clima, que ha pasado de soleado a nublado y frío. Mari se despide también porque ha quedado en cuidar a la hija de una amiga por esa noche, así que los tres mosqueteros que han sobrevivido a la tarde del sábado deciden ir a cenar algo bueno, bonito y barato.

La opción elegida es una hamburguesa, pero en el otro lado de la ciudad, exactamente en la hamburguesería Five Guys. Según Pedro estas son unas de las mejores hamburguesas de la ciudad y efectivamente tiene razón. Con la barriga llena se pasan por un bar que les han recomendado mucho, el Fat Cat.


La particularidad de dicho bar es que hay un montón de mesas de billar, ping pong, futbolín y un juego raro tipo curling pero de mesa. El sitio les encanta y se prometen volver algún otro día para jugar a algo. Esta vez solo disfrutan de una cerveza y de escuchar a una banda de jazz tocando en directo. Lo que no disfrutan tanto es cuando un tío con una melopea bastante importante se sienta a unos cuantos metros suyos y empieza a vomitar hasta la primera papilla. La novia del sujeto vomitador también va "fina mandarina", por lo que se cae al suelo cuando intenta ayudar a su pareja. Los amigos les ayudan a levantarse, limpian al sujeto y... siguen jugando. No obstante la gente de seguridad viene en seguida a limpiar y hacerse cargo de la situación ya que no es una escena muy común en este sitio. No es un lugar tanto para beber, sino más para venir a jugar con los colegas. Además te dejan comprar la cena en cualquier lugar de fuera y meterla al bar para comértela allí. Eso mola mucho, aunque se alegran de no haber tenido esa idea justo ese día. La cena no les habría sentado tan bien gracias al sujeto.


Una vez que han hablado de lo divino y lo humano durante unas horas se van a casa. Al día siguiente es un día importante para Ethan... Afortunadamente y sin que sirva de precedente el metro pasa rápido y llegan relativamente pronto a casa. En el metro, la nota simpática la pone un asiático que literalmente se duerme de pie abrazado a una barra del vagón. Los viajeros intentan contener la risa cuando el durmiente está a punto de ceder a la gravedad finalizando así una postura imposible.

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Domingo, 8.30 am. El despertador del móvil irrumpe el sueño de Ethan sin piedad. A la ducha entre legañas y a hacerse el café. ¡Hoy es el primer día en que va a participar en un proyecto audiovisual y neoyorkino! Por eso, el madrugón merece la pena. Aunque los dos donuts domingueros de camino al lugar donde tiene que "rodar", no se los quita nadie.


El proyecto en el que va a participar se llama Zoetropya (www.zoetropya.com). Es una iniciativa muy novedosa que mezcla cómic, fotografía y webseries. Su amiga Carmen lleva este proyecto junto a otros españoles que han ido conociendo aquí. La historia transcurre en un mundo de robots, donde los humanos se han extinguido. Ethan interpreta a un robot camorrista, una especie de punk, que molesta a otro robot inferior y que el protagonista debe salvar. No se trata por tanto de un rodaje de vídeo o película, sino más bien de una sesión de fotos. Aún así se divierte mucho y es su primer proyecto en Nueva York, así que está muy contento.

Ethan sale corriendo del rodaje para ver si llega a la iglesia, pero cuando se encuentra con Jared y Elisabet estos están saliendo por la puerta. El servicio ha estado bien, según cuenta Elisabet, aunque esta vez no estaba el pastor ex-jugador de hockey hielo. Una pena. Pero para "suerte" de Ethan, ha llegado a punto para ir a la mega tienda donde compró Elisabet la otra vez. Yuju.

Pasan a buscar a Rhonda y se dirigen al palacio de las compras donde intentan ser lo más rápidos posible ya que les han invitado a una barbacoa en Brooklyn a las tres. El sitio de compras se llama CosCo y es la pesadilla de cualquier persona a la que no le guste hacer compras. Además todo es exageradamente grande. Si quieres comprar papel higiénico puedes comprar 36 o 48 rollos. Demasiado papel higiénico. Casi todo es así excepto algunas cosas que tienen medidas más normales. Ethan escucha como dos americanos que se cruzan se saludan y cuando se despiden dicen: Happy Shopping! (¡Felices Compras!). En fin.

Obviamente, sobre las 3 están llegando a su departamento, con el tiempo justo para dejar las compras y salir pitando para Brooklyn. De nuevo Manuela y Derrick han invitado a varios de los colegas de clase de guión así que se juntan con Lottie, Andrea y Shady. No habían empezado a comer más que los aperitivos, así que cuando llegan E&E, sobre las 4 pm, da comienzo la comida de forma oficial. Carne, guacamole, sangría, zumo de cebada... todo muy, muy rico.


Al terminar los postres casi no pueden moverse. Una pareja brasileña amiga de Manuela se une a la fiesta. Un rato más de risas y charla en la casa y salen a buscar algún bar cercano. A tomar algo, ya que "casi" no han comido ni bebido nada. Cri cri. Andrea se despide del grupo que elige un bar llamado 61 (porque está en el número 61 de una calle, no muy originales, la verdad). Pero el sitio es genial y la pareja brasileña, al igual que el resto, son muy simpáticos y agradables.

Cuando ya se han cansado se marchan a dar un paseo por el promenade, algo así como un paseo al lado del río, cerca del puente de Brooklyn. Las luces nocturnas de Manhattan los deja embobados durante unos minutos. Es exactamente como las películas. No mucho más tarde comienzan el camino a casa junto a la pareja brasileña que también va en su dirección. Un gran fin de semana para no tener casi nada planeado...

1 comentario:

  1. Wow! A ver si traéis con vosotros la costumbre de liarse a hacer BBQs todos los fines de semana ! ... por cierto, esa foto de Central Park la usaré en el próximo mundial jajaja!
    Un abrazo a los dos! Se os ve genial !!

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