miércoles, 11 de abril de 2012

Capítulo 23: Vida normal


Y es que lo que E&E están haciendo en NYC es vivir. No es un simple viaje turístico, se trata de vivir y hacer vida en Nueva York. Por eso, a veces sienten que no todo es tan emocionante como los primeros días. Que poco a poco se van ajustando a una especie de rutina, que tiene que ver con ir a clases, hacer la comida, estar en casa...

Por eso mismo, el lunes es un día bastante rutinario. Elisabet tiene clase al mediodía así que por la mañana hacen un poco de ejercicio y después van a buscar unos pantalones para ella. No es que no tenga más pantalones, sino no podría salir a la calle. Pero necesita otros negros porque los suyos han dicho que querían morir en NYC. En esta ciudad también hay H&M, por lo que se dan una vuelta por allí. Los precios son similares a los de España; quizá un poco más baratos por la superioridad del euro frente al dólar. También tienen que hacer la compra de comida y cosas para casa, ya que la mega compra que realizó Elisabet ya va escaseando. Eligen el Path Market que está cerca de casa y le piden el carro de la compra a sus vecinos. Mucho mejor, porque últimamente se dejaban la espalda cada vez que tenían que comprar. El mercado está a unas cuantas calles y al volver el camino es cuesta arriba.

Cuando están comprando Ethan se enamora de un filete de vacuno de dos dedos de grosor. No obstante, comparte su amor con Elisabet para cenar esa noche. Carne con ensalada de... espinacas, obviamente (¡aunque ya quedan menos!). Jason se ha ido a pasar el día a Atlantic City porque le ha visitado un amigo, así que no le verán hasta el día siguiente. Ven una peli mientras cenan y a dormir.

----------------------------

El martes amanece prometedor. El sol entra con fuerza por la ventana sumándose a la calefacción central y llevando a nuestros protagonistas casi al punto de cocción. Desayunan en la cama y deciden ir a dar una vuelta rápida por el barrio antes de que Elisabet se vaya a clase. En cuanto salen por la puerta el clima da un giro inesperado y empieza a lloviznar y a soplar el viento. El paseo se convierte en un rápido trote bajo el inminente aguacero.


Elisabet se marcha a clase mientras Ethan se queda en casa, un poco preocupado porque hoy tiene clase de interpretación y teme no saberse bien su texto (aunque lo ha repasado bastantes veces con Elisabet). Al llegar a clase se encuentra otra vez con Nicolás, el chico argentino, y le pide su facebook para tener el contacto y poder verse otro día. Todos se encuentran mucho más sueltos. Incluso Ethan, para su sorpresa. La clase consiste en ir haciendo las escenas 3 veces seguidas. La primera sin grabar, la segunda grabando y la tercera introduciendo unos cambios que indica el profesor (profesora en este caso, ya que el profesor titular no podía venir).

Ethan sale en cuarto lugar con Nora, su partenarie en la escena. Se trata de un fragmento de la película "The Butterfly Effect". Por lo visto lo hacen bastante bien, la gente aplaude al final (aunque aplaudían al final de todas las escenas, en su caso, y en otros, los aplausos eran sinceros) y cuando tienen que visionar el trabajo, la profesora los felicita. También hay otros compañeros que lo hacen muy bien... y otros no tanto. Pero todos se animan bastante. Aquí en EEUU no suelen tirar el trabajo de nadie por tierra y valoran mucho el esfuerzo. Por eso si haces algo mal, te "desafían a hacerlo mejor". La clase continúa sin sorpresas y al terminar toca escoger otro compañero para el siguiente desafío. Justin le pregunta a Ethan si quiere hacer la escena con él. Justin es un canadiense que vive en NYC y tiene el aspecto del típico chico perfecto de película. Ojos azules, rubio, sonrisa encantadora... Tan perfecto que recuerda al príncipe de Shrek. En cualquier caso, es muy simpático, así que seguro que mola trabajar juntos.

Cansado después de la clase, Ethan sólo tiene ganas de llegar a su casa, cenar y a dormir. Pero, oh error, por alguna jugada del destino se equivoca de sentido en la línea de metro y se va para el otro lado. Lo mejor de todo es que va tan empanado que tarda como cuatro paradas en darse cuenta. Un camino de media hora o menos se convierte en una travesía de 1 hora y pico. Cosas que pasan.

Elisabet ya había empezado a preocuparse, porque además desde el metro no hay cobertura y es imposible llamar. Además la tortilla de batata y la ensalada (¿de qué?...) se estaban quedando tiesas. Finalmente llega y cenan. Jason está en casa y ven juntos una película Irlandesa de dibujos animados llamada "The Book of Kell", visualmente impresionante. Luego... a dormir.

-----------------------------

El miércoles vuelven a desayunar en la cama. Lo de desayunar en la cama no es porque se hayan vuelto unos sibaritas neoyorkinos. Simplemente no hay una buena mesa para comer a gusto, quitando la pequeña del salón. Y como a esas horas tampoco apetece cruzarse con su roomie ni hacer ruido para no molestarle, suelen desayunar en la cama casi todos los días.

Elisabet tenía clase a las 9.00 am pero decide no ir porque estaba muy cansada y porque además iban a ver una peli que ya había visto. Va a ir a segunda hora. Cuando llega a clase le dicen que ese profesor no ha venido ¡Epic Win!. Ethan se queda en casa, hace un poco de ejercicio y le da vueltas a componer una canción. Desde que su grupo decidió separarse no ha compuesto nada y ha dudado mucho sobre si volverá a componer algún día. Pero hay una canción dando vueltas por la casa...

En cualquier caso se tiene que ir pronto. Ha quedado a las 4pm con Elisabet en un bar en la calle 44: The Irish Rogue. Resulta que es un bar donde se reune una peña madridista en NYC. Hoy juegan el Madrid y el Atlético de Madrid y hay que verlo.

El madrid gana 4-1 para alegría de los madridistas. Un americano-cubano de unos 100kg no ha dejado de gritar durante todo el partido. Frases en inglés. Una vez acabado el partido empieza a cantar una canción acompañándose del hilo musical: "I don't wanna see Messi, I don't wanna see Iniesta, I don't wanna see Xavi Hernández.... Cause Barcelona sucks!! Barcelona Sucks". Lo alucinante es que la canción se la acababa de inventar (después de haber engrasado sus cuerdas vocales con unas cuantas pintas de cerveza) y poco a poco todo el bar empieza a seguirle. De película.

En volandas de la hinchada, E&E salen del bar y pasean hasta Columbus Square donde cogen el metro a casa. Hoy no ha sido un día muy especial, quizá rutinario. Pero, ¿acaso no es especial adquirir rutinas estando en Nueva York? ¡Bendita rutina!

1 comentario:

  1. ¡de espinacas! la ensalada digo...jeje, bueno pilla esa canción aunque la tengas que perseguir ¡es única! a lo mejor también tienes que engrasar las cuerdas como el del bar. Abrazossss!!!

    ResponderEliminar