martes, 6 de marzo de 2012

Prólogo...



Este viaje comienza hace mucho, mucho tiempo... Casi desde que se conocieron, Elisabet y Ethan habían soñado con pasar un tiempo estudiando en el extranjero. Y más concretamente en Nueva York, una de las mecas del cine y de todo lo que tiene que ver con el séptimo arte.

Una vez finalizadas sus licenciaturas, persiguieron dicho sueño por activa y por pasiva, apuntándose a todas las becas que estaban a su alcance; realizando una y otra vez el tedioso papeleo que acompaña cada una de estas solicitudes... pero nada. No hubo respuesta.

Con el paso del tiempo, este sueño fue quedando relegado a un polvoriento cajón, aunque de vez en cuando lo sacaban para que le diera un poco el aire y le quitaban la suciedad acumulada como quien limpia un antiguo marco de fotos.

Un buen día, y casi sin saber bien cómo, pero sí teniendo claro gracias a Quién, el sueño tomaba forma y se convertía en realidad prácticamente de la noche a la mañana. A Elisabet le concedían una beca para estudiar guión durante un par de meses en NYC... no era exactamente como ellos lo habían imaginado, pero no tenían pensado quejarse.

Después de idas y venidas, confirmaciones y situaciones que se iban amoldando milagrosamente, había una fecha, unos billetes de avión, un lugar para quedarse (al menos una parte del tiempo), y un curso de guión por hacer.

*********

Sin embargo, no todo iba a ser tan fácil... Las últimas semanas, antes de volar a Nueva York, nuestra querida pareja protagonista de esta aventura iba a ser puesta a prueba hasta el último momento.

En primer lugar, uno no se "muda" a Nueva York todos los días, por lo que nadie está preparado para el estrés que supone tal cosa. Vender casi todo, guardar las pocas propiedades que les quedaban, despedirse de muchos familiares y amigos... ¡y todo eso en tiempo récord! Éstas cosas pasan factura, así que para añadir un gota más al vaso casi lleno, Ethan, coprotagonista de la aventura americana, cayó en una tremenda gripe (con principio de neumonía). El ritmo no podía parar, y el estrés aumentaba por momentos. Elisabet, quizá empujada por la ilusión y el entusiasmo aguantaba heroicamente las estocadas del infortunio. Ethan por su parte no aguantaba más.

Después de terminar una muy mal organizada mudanza (que merecería un blog aparte) y de pasar 3 días quasi agonizando en una población periférica (muy periférica) de Madrid, los protagonistas llegaron al día de partida (el día anterior, como no sabían que hacer estuvieron todo el día rodando un corto) y fueron acompañados por una multitud de familiares y amigos. Casi no embarcan, puesto que la maleta de uno de los protagonistas estaba más inflada que las carnes de falete... (¿adivinan ustedes qué maleta era?). Gracias a que uno de los familiares tenía un amigo que "casualmente" estaba en el mostrador de check in precisamente a esa hora, nuestros aventureros pudieron viajar al fin, no sin antes dejar alguna lágrima en terriotorio español, esperando recogerlas a la vuelta pero convertidas en lágrimas de alegría.

6 comentarios:

  1. Muy bueno... ¡seguro que vais a tener muchas aventuras que contarnos!

    ResponderEliminar
  2. Todo tiene su tiempo para aquellos que aman a Dios y persiguen sus sueños. Ahora, ¡a disfrutar! Y aprovechar al máximo este sueño cumplido...

    ResponderEliminar
  3. Me encanta!! =D Será genial seguir vuestros pasos por aquí. Espero que ya lo estéis disfrutando y que este blog esté lleno de relatos de sorpresas agradables... Un beso, chicos, os quiero! ^^

    ResponderEliminar
  4. Seguid con el blog!!!!!! Os leemos!

    ResponderEliminar
  5. Me encanta!! =D Será genial seguir vuestros pasos por aquí. Espero que ya lo estéis disfrutando y que este blog esté lleno de relatos de sorpresas agradables... Un beso, chicos, os quiero! ^^

    ResponderEliminar
  6. ¡muy bueno! me "encantuvo" me suscribo al blog desde ya! abrazos!

    ResponderEliminar