viernes, 30 de marzo de 2012

Capítulo 18: Into Spain


El extraño caso de insomnio incotrolado sigue impidiendo a Ethan dormir por la noche. Quizá el cafe large y la lata de coca-cola de la tarde-noche anterior no ayudaran mucho. El caso es que Ethan no puede dormirse hasta las 4 am. Al día siguiente Elisabet se levanta temprano para seguir escribiendo, mientras su marido hace lo imposible para levantarse con ella. Lo consigue a duras penas, pero lo consigue.

La mañana casi se esfuma entre escribir y salir a hacer algunas gestiones al banco. Hay que pagar el segundo mes de alquiler de la casa y para ello tienen que ingresar un cheque. Los del banco les dicen que cambiar el cheque por efectivo cuesta 6 dólares y que lo más fácil es firmar el cheque por detrás para endosárselo a Jason. Elisabet le pregunta que cómo van a saber de forma segura que esa firma es la suya, pero no parece importarles mucho. Guay.

Elisabet se marcha a clase sobre la 1.30 pm. Ese día tiene que estar en la escuela hasta las 20.30. Ethan ha quedado con Ludovic para repasar el texto que tiene que presentar el primer día de su siguiente curso. Aunque Elisabet le ha ayudado con la pronunciación, leyéndolo varias veces, parece una tarea imposible aprenderse un texto en otro idioma y mucho menos interpretarlo.

Cuando se encuentra con Ludovic, Ethan se da cuenta de que es más difícil de lo que pensaba. Ya es complicado actuar en tu propio idioma, pero en otro... Las palabras se aturullan en su boca y se colapsan en su cerebro. Además hay que interpretar y hacerlo creíble. ¡Qué frustración! Ludovic es bastante raro pero resulta ser un buen profesor y le anima bastante.

Es increíble como la limitación del idioma puede influir tantísimo en la personalidad. Es decir, para Ethan, que siempre se ha considerado una persona de una inteligencia normal y rápido a la hora de reaccionar o de hacer chistes, aquí casi no puede hacer nada de eso. Se siente automáticamente menos inteligente que lo que era antes. Es como de repente bajar de "estaus" si no controlas mucho la lengua. Tampoco es que su estatus haya sido nunca muy alto, pero... es raro. Al despedirse, Ethan se encuentra más animado a pesar de enfrentar un gran desafío.

Cuando llega a casa decide hacer un poco de ejercicio para desconectar. Se ducha y se dirige hacia el downtown. Esta noche van a una fiesta en un restaurante llamado Opia. El evento se supone que es una inmersión en la cultura española y van a poner jamón, queso, vino... Como apuntarse es gratis y además han quedado con una chica que les ha presentado virtualmente una amiga desde España, no se lo piensan dos veces y allí se plantan.

La entrada es gratis. En teoría Elisabet se había apuntado con su nombre y a Ethan de acompañante, pero al llegar no aparece el nombre de Elisabet Sánchez por ningún lado. Ethan pregunta si está el suyo y resulta que sí. Por los pelos. Que cosa más rara. Al entrar reconocen de vista a Pilar, la chica con la que habían quedado. Es majísima y enseguida les presenta a algunos de sus amigos con los que está tomando algo. Ella es ingeniera y está trabajando en Harlem, muy cerca de su casa, en una universidad americana.

E&E deciden ir a ver si pillan algo de beber y de comer. Piden al barman dos copas de vino (blanco y tinto). Cuando se van a girar para marcharse... "Son 18 dólares". "Ah, ¿hay que pagar?" "Sí, es un cash bar". Error. Encima lo único que mastican gratis es un poco de queso. A veces sale bien y a veces no. Pero merece la pena conocer a gente nueva.

El grupo al que han sido presentados lo componen Pedro (un marchante de arte dominicano), su hermana Ester (¿?), Pilar y Mariví (una artista española que es pura energía). Cansados de la "fiesta" que no era tan festiva, deciden ir a algo más de su rollo, así que se dirigen al Lower East Side, una zona moderna de bares, artistas por donde vive Pilar. Los amigos dominicanos se tienen que despedir así que Ethan se queda con las tres mujeres. Toman una cerveza en el mismo bar que Elisabet había recibido cocktail+manicura y van a comer algo porque sin cenar no se puede pensar bien. Les llevan a un sitio de perritos calientes súper famoso porque desde ese local se accede a otro bar (una especie de local clandestino, aunque es legal) a través de una cabina. La gracia es que estás en el minúsculo sitio de perritos y hay una cabina, te metes, llamas y te abren del otro lado. Si estás en la lista (cosa que es bastante complicada) te dejan pasar.

Los perritos están deliciosos y la compañía es muy refrescante y divertida. Después de una hora ya se va haciendo tarde y todavía queda un buen viaje en metro. 2 besos a la española, que aquí se echan de menos y cada uno a su casa. A ver si el metro no se la juega esta vez.

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Al día siguiente entre las fotos oficiales del evento (en las que ellos no aparecen) ven que habían ido algunos famosos (ver foto abajo). Ahora saben quién había terminado con todo el queso y el jamón...

8 comentarios:

  1. A mí me gustaría saber más cosas sobre lo que está tu mujer allí.. qué tal le va en el curso y todo eso?

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    1. Puedes preguntarle a ella, si la conoces... Aquí vamos poniendo las cosas más curiosas.

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  2. fiel en lo poco, se le dara más. Jane

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  3. Hola chicos, tengo que decir que estoy mas enganchada a este blog que a mis libros de Jane Austen o Mary Higgins Clark! Y eso es decir mucho. Me encanta tu forma de contar los acontecimientos y creo que deberías dedicarte a escribir, entre otras cosas. Esto va a ser toda una experiencia y de las buenas. Que el Señor os siga bendiciendo. Y mañana más.
    Un beso,
    Vicky

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    1. Muchas gracias Vicky!!! Seguiré escribiendo mientras tenga tiempo y haya gente que lo lea. Un beso!

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  4. Pues aqui seguimos todos los chapters!! Sin falta!!Esteban&Noe.

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